¿Sabías qué después de ingerir alimentos y bebidas, o en determinados momentos «NO» puedes cepillarte los dientes?

Cuando acudimos al Odontólogo la primera recomendación que recibimos es que «es de suma importancia mantener una buena salud bucal», y estos a su vez nos muestran las diferentes técnicas de cuidado dental, como cepillarte los dientes después de cada comida, usar hilo dental y enjuagues bucales a diario, y la visita periódica a la consulta Odontológica.

Pero qué pensarías si te digo que «NO» debes cepillarte los dientes inmediatamente después de las comidas o en ocasiones determinadas. Suena contradictorio, ¿Verdad?

A pesar de toda la información que se maneja sobre la salud dental, existen otras recomendaciones que a veces pasan desapercibidas. Por eso te invito a que prestes mucha atención a este tema y seguir estás recomendaciones ya que son la clave complementaria para mantener y prolongar la salud de tus dientes. El objetivo es que conozcas los diferentes agentes agresores que pueden atacar la salud de tus dientes y darte las herramientas para que aprendas a reducir significativamente el desarrollo de enfermedades y problemas dentales.

Comencemos por explicarte de forma simple y breve sobre la estructura de nuestro órgano dental.

Los dientes están formados por dos capas cuyas características individuales cumplen un rol fundamental como todo órgano vital. Estas piezas dentales tienen una estructura visible o externa llamada «Esmalte» la cual es dura, mineralizada y calcificada, y otra oculta o interna llamada «Dentina» que soporta al Esmalte y es el tejido protector del sistema vasculo-nervioso del diente, conductor sensorial de estímulos agresores externos e internos. Estas capas en conjunto concretan la anatomía dentaria.

Hay una variedad de situaciones que pueden afectar dichas capas dentales. No es suficiente con establecer una rutina de higiene diaria si no aprendemos que los dientes, al igual que cualquier órgano de nuestro cuerpo, pueden encontrarse vulnerables en determinados momentos y que no solo son atacados por las bacterias que producen la caries, sino también por ciertas comidas y situaciones que pueden perjudicar la estructura dentaria.

La desmineralización del Esmalte se produce cuando el azúcar y el almidón se combinan con las bacterias y forman ácidos que disuelven la capa mineralizada. Cuando estos ácidos se mantienen en contacto con la superficie dentaria durante un tiempo prolongado empiezan a erosionar y dañar la superficie del Esmalte y es en este momento que se presentan las alteraciones patológicas en los dientes, como por ejemplo la caries. Esto se atribuye generalmente por la formación de placa bacteriana que se forma por una mala higiene bucal. Pero existen otros eventos por los cuales este proceso se desencadena aún teniendo una excelente higiene bucal.

La acción de los ácidos presentes en algunos alimentos y bebidas que ingerimos hacen que el pH de nuestra boca suba, provocando que cualquier fricción contra los dientes, vulnerables y recientemente atacados por el ácido, dañe la estructura de los mismos. Entre estos alimentos y bebidas podemos nombrar:

• Frutas cítricas
• Vegetales en escabeche o la vinagreta
• Café
• Sodas o refrescos azucarados

A su vez el vómito, o en medicina la emesis, que es el resultado de la expulsión violenta y espasmódica del contenido del estómago a través de la boca, el cual viene acompañado de los ácidos estomacales, también provoca un medio bucal muy ácido y dañino para las piezas dentales.

Cuando se presentan cualquiera de estás situaciones el Esmalte de los dientes se reblandece y necesita un tiempo para recuperarse. Afortunadamente nuestro organismo desarrolla un mecanismo de defensa haciendo que se produzca suficiente saliva en la boca, la cual es capaz de luchar contra los ácidos que se encuentran presentes en ella y de esta manera lograr nivelar su pH normal.

Por esta razón, en vez de cepillarte los dientes inmediatamente, lo mejor que podemos hacer tras una comida o al vomitar es enjuagar la boca con agua. Esto ayudará a que el nivel del pH se sitúe dentro de la normalidad.

Mis recomendaciones son:

• Enjuagarse la boca con abundante agua justo después de comer o vomitar para compensar el pH bucal.
• Esperar de 20 a 30 minutos para cepillarte los dientes.
• Sustituye la bebidas gaseosas y energéticas, pues contienen un alto porcentaje de azúcar y ácidos; ten presente esto, tampoco los refrescos sin azúcar se libran, puesto que aunque no tienen azúcar, sí contienen ácidos, así que opta por bebidas más saludables.
• Controlar el consumo de frutas cítricas, teniendo claro que no afecta tanto el consumo en sí, sino la cantidad que se ingiere al día y el tiempo que estén en contacto con los dientes.